Hemos llegado a un Universo de Amistad cargado de historias, personajes y momentos que nos hacen soñar. En nuestro primer día, el principito nos ayudó a llegar a este precioso mundo gracias a su bandada de palomas. Una vez acomodados e instalados en nuestros planetas, tuvimos una visita muy especial.
El anciano aviador, aquel que en un momento de su vida conoció al principito, llegó en su avioneta hasta nuestro patio para contarnos como fue aquel encuentro. Antonio, el aviador, nos contó que desde aquel día estaba buscando al pequeño niño. Todos nuestros amigos le aseguraron que no lo habían logrado ver aún, pero que si en algún momento se topaban con él, lo avisarían.
Antes de marcharse, Antonio nos contó su bello encuentro con el muchachito. Aquellos recuerdos que nos contaba, casi parecían reales. Era como si nuestros monitores estuvieran representando un teatro sobre el principito. Menos mal que todos sabíamos que no eran más que las historias y recuerdos de aquel viejo aviador. Fue un día inolvidable.
El anciano aviador, aquel que en un momento de su vida conoció al principito, llegó en su avioneta hasta nuestro patio para contarnos como fue aquel encuentro. Antonio, el aviador, nos contó que desde aquel día estaba buscando al pequeño niño. Todos nuestros amigos le aseguraron que no lo habían logrado ver aún, pero que si en algún momento se topaban con él, lo avisarían.
Antes de marcharse, Antonio nos contó su bello encuentro con el muchachito. Aquellos recuerdos que nos contaba, casi parecían reales. Era como si nuestros monitores estuvieran representando un teatro sobre el principito. Menos mal que todos sabíamos que no eran más que las historias y recuerdos de aquel viejo aviador. Fue un día inolvidable.
